Por
Omar Farías Luces.
La innovadora Li-Fi (Light Fidelity), fue diseñada para transferir datos
a una velocidad muy superior a la del actual Wi-Fi. Esta tecnología
funciona a través de señales luminosas que, curiosamente, son imperceptibles al
ojo humano. Esos pulsos de luz
incorporan una serie de códigos que, son leídos en tiempo real por receptores
situados a una determinada distancia.
Esta herramienta a diferencia del Wi-Fi, se
puede utilizar en áreas susceptibles a la interferencia electromagnéticas,
quirófanos de hospitales, cabinas de aviones y a determinadas profundidades
del mar. Se trata de una opción que tiene un gran potencial.
Si bien esta conexión puede significar un
avance en cuanto a la velocidad de transmitir datos; tiene una desventaja
que puede desalentar todas las expectativas, y es que, el Li-Fi trabaja con la luz y esta no traspasa
paredes, lo que quiere decir que, para ser utilizada en un hogar se
necesitaría de muchos bombillos con sus respectivos codificadores por todos los
espacios y mantenerlos encendidos.
Sin embargo, muchas empresas y mercados
profesionales, así como, aerolíneas, están interesadas en adquirir esta
promesa inalámbrica del futuro cercano.
Datos:
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Se prevé que con el tiempo se pueda transmitir datos a través de la luz
solar.
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Ahorrará costes y será sostenible.
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Más Seguro.
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Sin cables.
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Sin saturación.
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Se estima que para el año 2023,
el mercado de esta red será valorizado en 75 millones de año.
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