Sabemos
que un emprendedor que se respete es un optimista
por naturaleza. Su pasión y tenacidad lo lleva a correr todo tipo de riesgos y vencer muchas dificultades sin que le pase por la
cabeza la sola idea de desistir o mucho menos, sentir que ha fracasado.
Pero,
también sabe que esa posibilidad podría
ocurrir, más allá de que su espíritu emprendedor le diga que ese no es el
final y que solo se trata de un escollo para lo cual es mejor detenerse,
aprender la lección y comenzar de nuevo.
Aun
así, hay que estar preparado para recomenzar sin caer en la tentación de
victimizarse, detenerse a buscar culpables, lamentarse por las inversiones
perdidas o renunciar definitivamente a tu sueño emprendedor.
Ante
una posible eventualidad como esta, Jeremy
Caplan, director de enseñanza y aprendizaje en la Newmark Graduate School of Journalism de CUNY de Nueva York
comparte algunos tips para superar el momento:
1-
Reflexiona acerca de lo que funcionó y lo que no
Después de intentarlo
todo para salvar tu empresa emergente, estás finalmente listo para dejarla ir.
Tras una instancia inicial de negación, ha llegado la hora de seguir adelante.
El período inmediatamente posterior a lo que se siente como un fracaso puede
estar lleno de emociones: sentirás vergüenza, frustración o decepción. Puede
que estés enojado con aquellos que no cumplieron con tus expectativas. Puede
que te sientas abochornado.
2- Cuando las
emociones iniciales más crudas hayan pasado, tómate el tiempo para digerir tus
aprendizajes. Es
muy posible que el viaje que realizaste esté lleno de lecciones y solo las absorberás si te permites un
tiempo para la contemplación. Solo así podrás evaluar lo que podrías haber hecho
de manera distinta. Y te conviene hacerlo antes de que la niebla del tiempo
opaque tu memoria.
Tus
próximos proyectos –sean emprendimientos o no–, se beneficiarán de tu análisis.
Decide si deseas volver a hacer el intento con un nuevo producto o servicio. La mayoría de los emprendedores exitosos
alcanzaron el éxito con su segunda o tercera empresa, no con la primera.
Observa
las decisiones que tomaste, las acciones que llevaste a cabo y el contenido que
creaste. Saca conclusiones clave y anótalas. Ten en cuenta aquello que te enorgullezca y las cosas que funcionaron
bien. Sé sincero sobre lo que no salió como esperabas
3-
Contacta a quienes te apoyaron
Conéctate con quienes
te prestaron ayuda para ponerlos al
tanto de lo que pasó con tu startup y agradecer su apoyo. Deja que escuchen
directamente de ti lo sucedido con tu emprendimiento. Si has recibido apoyo
material en forma de dinero, equipos o contenido, devuelve lo que puedas lo más rápido posible. Puede que las
personas se sientan decepcionadas por el resultado de tu experimento
empresarial, pero respetarán tu profesionalismo.
Mientras
reflexionas acerca de tu emprendimiento, pide aportes de personas de tu
confianza. Para asegurarte de que los comentarios sean honestos, invita a
quienes siguieron el progreso de tu emprendimiento a brindar información
anónima (a través de un formulario de Google, por ejemplo) sobre qué funcionó
bien y qué salió mal. Si un patrón de respuestas apunta a debilidades
similares, será una indicación útil de algo específico que tendrás que mejorar.
4-
Comunícate con tu comunidad y audiencia
Cuando percibimos
como un fracaso algo que hemos hecho, nos inclinamos a ocultarlo por vergüenza.
Pero hay aprendizajes valiosos que
podemos compartir con otros. Y ese puede ser un regalo para tu comunidad.
Cuando
compartes observaciones sobre la aventura que emprendiste, ayudas a las
personas a comprender lo que hiciste, por qué lo hiciste y por qué no funcionó
como esperabas. Eso podría generar
respeto por el trabajo que realizaste, incluso si el resultado no fue el
imaginado. No comunicarte y dejar que los miembros de la comunidad especulen
sobre lo que salió mal podría generar rumores o suposiciones equivocadas.
5-
Tómate un tiempo
Aléjate. Tómate el
tiempo para recargar y reequilibrar. Cualquier cosa que hagas a continuación se
beneficiará de un restablecimiento mental. La
resiliencia es vital. Pasa tiempo con las personas que amas. Visita un
lugar que te consuele para restaurar tu energía antes de sumergirte en otros
proyectos.
6-
Planta las semillas para tu próximo trabajo
Agrega las nuevas
habilidades y experiencias que has adquirido a tu currículum y a cualquier red
profesional en la que confíes, como LinkedIn. Ponte en contacto con
profesionales que respetes y organiza conversaciones para saber más sobre el
trabajo que estén desarrollando. Embárcate en una “gira de escucha”. En lugar
de pensar en el destino de tu propio emprendimiento, concéntrate en ponerte al
día con los de los demás. De ese modo, sabrás en qué se está trabajando y puede
que encuentres algo de tu interés, lo que tal vez te ayude a generar nuevas ideas para el proyecto
que emprendas a continuación.
Comentarios
Publicar un comentario